Vírgenes Medievales Hispánicas

6. Los símbolos

6.2. Los colores (II)

Si tenemos en cuenta que normalmente las "normas" relativas a cualquier aspecto de la imaginería religiosa suelen ser muy estrictas, me sorprende mucho el cambio entre el dorado íntegro y la combinación de distintos colores. ¿Estaba a caso el dorado reservado a alguna determinada jerarquía superior? A partir de esta posible hipótesis he querido revisar las imágenes de vestimenta totalmente dorada y, curiosamente, he podido comprobar que corresponden a tallas más geométricas, más estáticas, más "ausentes" con respecto al observador. ¿Tenían quizá las tallas más antiguas tendencia al color dorado por semejanza a las imágenes del tesoro carolingio, quizá porque representan a una diosa más alejada del mundo? Lo desconozco, pero sí que me parece observar que las imágenes totalmente doradas o de colores metalizados responden a una tipología estética más hermética que las de colores combinados.

Lo que nos dice Chevalier en su libro "El significado de los Símbolos", entre infinidad de más datos, es lo siguiente:

El azul es el más inmaterial y más profundo de los colores. Es el color de la indefinido, donde lo real se transforma en imaginario. Evoca la eternidad "tranquila y altiva" que es sobrehumana. Aligera las formas, las abre y las deshace. Es el más puro de los colores después del blanco neutro, del blanco total.

El blanco es el absoluto; aquello que va a cambiar de condición; está al principio y al final. Es el opuesto al negro. En oriente fue durante muchos años el color de la muerte ya que la muerte es el traspaso a otra condición. Según el pensamiento asiático, no es el color de la aurora, el amarillo de la luz y el amanecer, sino el del alba; el del momento absoluto anterior a cualquier otra cosa.

El rojo es el más fundamental de la vida; el color del fuego y la sangre. Es el color de la vida pero cuando se derrama es la muerte. El rojo es matriarcal y en su polaridad de vida-muerte, también puede ser ambivalente y de hembra nocturna pasar a macho solar. Es, en su aspecto temperamental el calor, la acción la pasión.

El amarillo es el más ardiente y expansivo de los colores; desborda. Es el color de la divinidad, del triunfador, del poderío del más allá. Es la "luz de oro", el camino de la comunicación. Es el color de la eternidad. Y la composición amarillo-azul (recordar que es una de las combinaciones más usada en la imaginería, junto con el rojo), tiene valor kratofánico -la fuerza del poder sagrado-

El verde, equidistante del azul celeste y del rojo material, entre el frio y el calor, es color mediatriz. Es un color refrescante, humano. Cada primavera la tierra reverdece. Es el color del reino vegetal, de las aguas regeneradoras, del bautismo. Es el color de la esperanza, de la longevidad.

El negro, también en el extremo y opuesto al blanco, es la negación de los colores, la ausencia. Frio, negativo; asociado a las tinieblas primordiales. Es la pasividad, la muerte absoluta inamovible. Pero desde su profundidad, como la tierra, puede ser fértil y dar fruto. Es el vientre del mundo

Los blancos de se enfrentan a los rojos y los azules a los verdes.

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