Vírgenes Medievales Hispánicas

5. Las vírgenes negras

5.4. Características (II)

Se encuentran en enclaves estratégicos e tradición espiritual

Allí donde aparecen vírgenes de encarnadura negra, la tradición de emplazamientos religiosos viene de antiguo. Suelen ser zonas donde tempranamente hubo santuarios o, anteriormente, eremitas. En bastantes ocasiones, son también zonas de movimientos sísmicos, se ha especulado a este respecto sobre si responde a que son zonas de “energía”, o, simplemente, los movimientos sísmicos las harían “especiales” al entender popular. Resulta ciertamente difícil de constatar. También puede afirmarse que la mayoría de sus enclaves son lugares estratégicos como serían cruces de caminos o alturas de gran dominio visual, como nos indica L.P Peña Santiago en su publicación "Las siete vírgenes negras de Gipuzkoa" (edit. Txertoa)

De izquierda a derecha:1.- Virgen de Torreciudad; Huesca. Fuente: Wikipedia in Commons. 2.- Virgen de Guadalupe; Cáceres. Fuente Web de Cofrades de Sevilla. 3.-Virgen de Coco; Palma de Mallorca. Fotografía facilitada por Sra Ramona Pujals. 4.- Virgen de la Cisa, Premiá de Dalt; Barcelona. Fuente: fotografía propia. 5.- Virgen de Regla, Chipiona, Cadiz. Fuente: Casa de espiritualidad de Santa Maria de Regla.

Tienen tradición de mucha antigüedad

La tradición de las imágenes de encarnadura negra se remonta, en general, a una antigüedad mucho mayor que la de la mayoría de las imágenes medievales. De hecho, se remontan a siglos imposibles, cuando, curiosamente, algunas de ellas son en realidad tallas inequívocamente modernas (subgrupo 2). Responden a este principio imágenes tan conocidas como la Virgen de la Almudena (Madrid), la de Fuencisla (Segovia) o la del Pilar (Zaragoza). Lo mismo ocurre con la Virgen de la Encina (Ponferrada, León), de la cual se afirma que fue traída por San Toribio, obispo de Astorga, desde Jerusalén, nada menos que en el año 450, mientras que la talla que conservamos no es anterior al siglo XVI. Estos desfases entre la fecha de la talla y la adjudicada por la tradición podrían responder a la mera intención de darles importancia, pero no deberíamos ignorar tampoco semejante repetición de confluencias. De hecho, las imágenes de encarnadura negra de talla más antigua de las que sí tenemos datación fijada por estudiosos, como la Virgen de Guadalupe o la Virgen de Regla, son comparativamente de mayor antigüedad que el conjunto del grupo medieval, si bien, según los expertos, nunca son anteriores al siglo X.

Son el grupo que muestra más "ausencia" en su rostro y menos interacción con el mundo o el Infante

Esta característica -común entre las imágenes medievales- se da en mayor proporción entre las imágenes de encarnadura negra. Posiblemente, tan solo esté relacionado con la mayor antigüedad de estas. Naturalmente, se tratará de una característica que debemos obviar en el subgrupo 2, porque, aunque el color de su encarnadura se justifique por la existencia de imágenes anteriores, hoy desaparecidas, se trata de tallas modernas que responden a la estética actual.

Suelen ser vírgenes trono.

Esto es, que llevan al Infante en posición centrada en su regazo y evitan el contacto de los brazos con él. DE las posiciones de los brazos descritas en anteriores capítulos suelen corresponder al grupo que, en su conjunto, se considera más antiguo, y en el que los brazos de la madre no descansan sobre el Infante.

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