7. Alrededores

4. La mano.

La mano es, en general, un signo de poder, de maestría, de dominio; la justicia en cualidad regia. En la Edad Media fue la insignia de la monarquía francesa. Teniendo en cuenta la procedencia de las imágenes, este último significado adquiere especial relevancia. Y podría ser la base de muchas expresiones idiomáticas al respecto: "tender una mano", "dejar de la mano", "la mano de Dios"…

5. Los pliegues del ropage

Si bien es cierto que el movimiento de los pliegues del ropaje se fue introduciendo en la imaginería mariana a lo largo del siglo XIII, debemos recordar que este hecho responde a la voluntad de la simbología, y en modo alguno al aprendizaje escultórico. Las primeras imágenes no presentan movimiento alguno en el ropaje -seguramente en alusión a una situación de quietud total, de alejamiento del mundo material-, pero más adelante María se "humaniza" y su ropaje comienza a representarse en movimiento. Vale la pena destacar la "V" y la "M" que, ya sea de forma casual o deliberada, dibujan las faldas en su parte anterior, parece que aludiendo a la idea de "Madre Virginal".

Algunas imágenes que presentan este particular movimiento en sus ropas son actualmente representaciones de san Pedro -como el san Pedro del pórtico principal de la basílica de Santa María del Mar, en Barcelona-, y es poco arriesgado aventurar que probablemente en algún momento de su historia la estatua dejó de representar a una mujer para pasar a representar a un hombre.

2. La estrella

Con referencia a los epítetos, destaca uno: "estela matutina". La Estrella en el pensamineto hermético está dibujada por la intersección del triángulo equilátero, con la base abajo, y el triangulo equilátero con la base hacia arriba, o invertido. El primero representa el cielo, el segundo la tierra y, su intersección, la estrella, la conjunción de lo de arriba y lo de abajo, del cielo y la tierra, del agua y el fuego, que se neutraliza.