6. Los símbolos
6.7. Significantes y significados (I)
Cuando uno observa las imágenes marianas más antiguas tiene distintas sensaciones. Estas sensaciones no tienen por qué ser necesariamente las mismas entre los diferentes observadores, pero es casi seguro que algunas de ellas son bastantes generales: la sensación de majestuosidad, la sensación de ausencia, la sensación de misterio, la sensación de trascendencia... Sin embargo, más allá de estas primeras sensaciones sutiles y subjetivas, sabemos que todo en el arte románico religioso tenía un significado concreto
De mi base de datos he podido extraer estadísticas, historias y también suposiciones, pero no he podido alcanzar conocimiento ni certeza algunos al respecto de los símbolos. Por este motivo, su "significado" lo extraeré directamente, de manera muy sucinta, de lo que nos explican Jean Chevalier y Alain Gheerbrand en su Diccionario de los símbolos (París: Robert Laffont / Jupiter, 1982).
1. La esfera
La esfera da una tercera dimensión al círculo; corresponde a toda la experiencia percibida. En Platón representa el universo, el todo del todo. Es, al mismo tiempo, lo andrógino, el símbolo de la ambivalencia que, también, lo contiene todo. Además, según afirma Chevalier, la cosmogonía islámica recurre constantemente a la idea de la esfera en su explicación del proceso de la creación.
2. Los colores
De forma genérica, los siete colores corresponden los siete días de la semana y las siete notas musicales. Algunos colores representan los elementos esenciales: el rojo, el fuego; el blanco, el aire; el verde, el agua; el negro o el marrón, la tierra. Aquí podríamos ver, de nuevo, la simbología de las vírgenes de encarnadura negra como "madre tierra". Según los profetas, de Dios emanan tres esferas: la roja, que es el amor; la azul, que es la sabiduría; y la verde, que es la creación. Muchos autores han querido ver estos tres colores como los básicos de las imágenes antiguas. Sin embargo, según mi base de datos la combinación que más se repite es rojo, azul y amarillo, no verde. El amarillo es el color de la luz, de la culminación de la luz hacia el blanco; el color que los sublima todos.
3. La flor.
La flor general es el principio pasivo, el receptáculo de la actividad celeste -del sol y de la lluvia- y es también, en el simbolismo taoísta, el resultado de la alquimia interior, del agua y del fuego, idéntica al elixir de la vida, al retorno al estado primordial.