Vírgenes Medievales Hispánicas

3. Las primeras imágenes

3.5. Su aspecto y vestimenta (I)

La vestimenta de las imágenes antiguas se compone, generalmente, de tres piezas: túnica, manto y velo. La túnica es la pieza que viste directamente el cuerpo; el manto, que cubre la túnica, y el velo, la que, desde la cabeza, cae sobre los hombros. .

Inicialmente, la túnica o brial llegaba hasta el suelo y cubría los pies, pero después se acorta. Son comunes los escotes redondeados y las mangas tubulares. El velo suele ajustarse a la cabeza hasta el siglo XIII, y es raro que se vea el pelo de la Virgen en las imágenes de principios del siglo XII. Las distintas imágenes son diferentes, pero mantienen unos cánones comunes: no parece que sean, por tanto, iniciativas individuales. Las túnicas suelen cubrir hasta el cuello, en redondo, y los mantos simplemente se dejan caer sobre la túnica o bien se sujetan con una aguja o broche cerca del cuello. Unas y otros caen en pliegues más bien rectilíneos sobre las piernas, dando a algunas imágenes un aspecto “geométrico” e inmóvil, muy característico. .

La representación del movimiento de las faldas, túnicas y velos se desarrolla parejo al pensamiento religioso. Como ya hemos dicho, inicialmente se pretendía mostrar la imagen como algo alejado del mundo, y el inmovilismo del ropaje colaboraba extraordinariamente a ello: de ahí la gran cantidad de imágenes antiguas con ropajes de marcas rectilíneas sin movimiento alguno. .

Algunas imágenes llevan corona -que no siempre corresponde al momento en que se talló la imagen-, pero otras llevan un simple casquete o bien únicamente un velo o manto que cubre el cabello. Es común que el pelo esté muy tapado; sin embargo, en imágenes desde finales del siglo XII, un velo corto y de forma ondulada deja ver una media melena. Algunas imágenes -muy pocas- presentan un trenzado ostentoso de un pelo extraordinariamente largo. También es bastante común que las imágenes no lleven velo y que sea la propia túnica la que envuelva, también, la cabeza. .

Los colores del vestido presentan pocas variedades. Teniendo en cuenta que el color es un elemento fácilmente alterable a lo largo de los siglos, si damos fiabilidad a los colores actuales, podríamos afirmar que hay un grupo de imágenes de vestimenta metalizada -ya sea dorada o plateada- y que las demás visten de colores, cuya combinación predominante es, sin duda, la del rojo, el azul y el dorado. He leído mucho sobre el masivo uso del verde en la vestimenta de las imágenes antiguas, pero yo no he podido constatarlo en ningún caso. Todas las imágenes de la virgen llevan un calzado sencillo, puntiagudo y presentado en paralelo, mientras que el infante lleva los pies descalzos. Solamente un 0,5\% de los infantes de la muestra trabajada llevan calzado, pero si llevan zapatitos, son de una gran belleza. Es el caso de los zapatos del infante de la Virgen de Irache, que parecen flores u hojas, o de los del infante de la Virgen de Santa María la Real de Pamplona, que son sandalias, o de los del infante de la Virgen de Linares (en Benabarre, Huesca), que parecen alpargatas, con sus cintas atadas a las piernas.

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