3. Las primeras imágenes
3.4. Sus característica (I)
Todas estas primeras imágenes, pertenezcan al grupo que pertenezcan, suelen mostrar unas características comunes que las aúnan como grupo en lo general. Estas características son:
Están entronizadas.
Entronizar significa “poner a alguien en un trono; ponerlo en la dignidad superior”. María está sentada en un trono para dotarla de un profundo sentido de entidad superior. Esto no significa que María pierda su simbología de “entidad superior” cuando se ponga de pie en el gótico: la simbología siempre debe buscarse en función de “lo anterior”. En el gótico, María tiene ya un gran arraigo tanto como madre de Dios como en su incuestionable veneración, por lo que la simbología de la entronización ya no es necesaria. En el románico, en cambio, la simbología es esencial para destacar el carácter de santa María con respecto a cualquier otra santa. Si bien existen algunas -muy pocas- santas que en su representación de talla de bulto redondo se presentan sentadas, su factura y aspecto inducen a pensar que son imágenes marianas reconvertidas por algún motivo: el trono se reservaba a María. Podemos afirmar que, con carácter general, María “se mantuvo sentada hasta el siglo XIII”, momento en que empezó a ponerse en pie.
El infante se halla en el centro o sobre la rodilla izquierda de la madre.
De la base de datos sobre la que se está trabajando, el 82\% de las imágenes presentan al infante sobre la rodilla izquierda de la madre; el 15\%, en posición central, y el 3\% sobre la rodilla derecha. En el 3\% restante, se desconoce la ubicación del infante por deterioro de la talla. Tan abrumadora mayoría de casos de que se encuentre al infante en la rodilla izquierda de la imagen puede ser debida a la voluntad de mostrarlo a la derecha del observador, aspecto tradicionalmente más positivo que el lado izquierdo en las escrituras y textos sagrados.
Otro detalle relevante es que las imágenes en que el infante está en el centro corresponden, generalmente, a las imágenes más antiguas: para algunos, la voluntad de la posición era mostrar la preponderancia de María, que ni siquiera toca al niño; para otros, en cambio, pretende mostrar el papel de María como simple trono de Dios, con una importancia muy relativa con respecto al niño. Podemos ver un ejemplo típico de posición central en la hermosísima imagen, de procedencia desconocida, que se encuentra hoy en el Museo Marés de Barcelona o en la del Vico en Arnedo, La Rioja.
El infante levanta tres dedos
Aunque este símbolo se ha identificado como la bendición gregoriana, ésta no apareció hasta el siglo XI, y no adquirió carácter popular de manera inmediata; por tanto, quizá aludía a la trinidad, uno de los dogmas más cuestionados por el mundo islámico. Ello podría justificar el gesto, de la misma manera que los crismones trinitarios se extendieron, precisamente, como símbolo diferencial (véase, en este sentido, el apartado 3.5. Su aspecto y vestimenta).
Suelen llevar un objeto en la mano derecha
Las imágenes suelen llevar un objeto en la mano derecha. Y la sensación es que lo muestran de manera bastante explícita. Aunque habitualmente se diga que son motivos vegetales, lo cierto es que la lista de objetos mostrados es muy restringida. Los objetos mostrados son básicamente una esfera y, en menor número, una flor (véase, en este sentido, el capítulo 6. Los símbolos).