3. Las primeras imágenes
3.6. Las leyendas (I)
Hay un grupo de imágenes -precisamente las más antiguas- en las que confluyen leyendas muy similares que narran cómo fueron halladas las vírgenes, por quién, dónde y cuándo. Probablemente, la mayoría de estas historias sea una sucesión de detalles que se han incorporado a medida que se traspasaba la leyenda de unas generaciones a otras; aun así, estos detalles provienen de la reconversión en leyenda de alguna realidad. Así pues, si bien es cierto que no debemos creernos todas las historias que se explican, también lo es que no debemos obviarlo todo. Que tantas tradiciones tengan tantos puntos en común debe responder a algún motivo o raíz común.
El esquema general de estas leyendas es como sigue: un pastorcillo lleva a su rebaño o a un animal -generalmente animal astado-, y este, de una manera u otra, encuentra o señala el lugar donde, cavando, se halla una imagen; el pastorcillo la desentierra y la lleva a la localidad cercana, pero, al día siguiente, la imagen ha desaparecido de la localidad y vuelve a aparecer en su lugar de origen, mostrando que quiere ser venerada en el lugar del hallazgo y no en otro lugar. Hagamos un repaso de las características más relevantes de estas leyendas.
Encontradas
La gran mayoría de imágenes más antiguas, tienen la tradición de haber sido "halladas" en algún lugar recóndito o bien enterradas en el suelo. Es importante clarificar que la tradición es de "halladas" y no de "aparecidas", como ocurre comúnmente con las imágenes más modernas. Esta característica se ha querido relacionar de manera directa con las persecuciones del mundo del Islam pero, ni la presión Islámica lo justifica ni tampoco la tipología de "hallazgo" parece corresponder a un "escondrijo" para garantizar la seguridad de objetos cristianos. De ser así, habrían aparecido, asociados a la imagen, crucifijos, santos, retablos escondidos conjuntamente.
Los hallazgos se realizan en lugares privilegiados de la naturaleza
Es común que la tradición señale los lugares de los hallazgos en zonas de tradición tectónica o telúrica, en ríos o en cuevas de las montañas. Y, en muchos casos, sobre zonas de larga tradición religiosa anterior. Esta parte de la leyenda conecta con los santuarios reconvertidos.
No quieren ser cambiadas de ubicación.
Como hemos visto en el esquema, si la imagen se lleva a otra localidad, desaparece para volver al lugar del hallazgo. Esta parte de la leyenda podría conectar con la voluntad de cada localidad de mantener su talla en el caso de imágenes reconvertidas.Asociadas, a menudo, como toros o astados.
Muchas imágenes tienen tradición de haber sido encontradas por un toro o un buey que clavaba sus astas en el suelo, señalando el lugar. Esta característica podría parecer que proviniera, simplemente, de una alusión al mundo rural, pero lo cierto es que proviene precisamente de la síntesis de su conexión con esa suma del mundo mitraico, con el dios toro y su sacrificio por el hombre. No en vano, el buey astado está en el portal de Belén en el mismísimo nacimiento de Jesús; recordemos, de paso, que el símbolo del evangelista más cercano a las leyendas de las imágenes antiguas, San Lucas, es el toro.(Ver apartado 5 del capítulo 1)