Vírgenes Medievales Hispánicas

6. Los símbolos

7.1. El motivo de mi hobby

Mi madre, que era una persona creyente, acostumbraba a traerse de sus viajecitos una postal de la imagen de la virgen del lugar que visitaba.

Mi padre, que era agnóstico, se entretuvo, en la convalecencia de un infarto que sufrió en 1965, ordenando en álbumes las postales de mi madre y solicitando otras nuevas a los lugares más recónditos que os podáis imaginar. De aquella época conservo cartas y postales que le remitieron de lugares tan lejanos como África, Rusia, Japón o Australia. Eran imágenes marianas de todo tipo, tiempo, lugar y representación, no estrictamente medievales.

Como en los años 50 y 60 era muy habitual enviar postales desde los distintos lugares que se visitaban, amigos y familiares se fueron añadiendo a la costumbre de que las postales que enviaban, a mis padres, fueran postales marianas.

Tal era su costumbre que al morir mi padre encontramos, a parte de los álbumes que él ya había ordenado, más de 4000 postales de imágenes marianas de distintas épocas y procedencias. Yo me encargué de ellas y ante la dificultad de ordenarlas en álbumes sistematizados, por su cuantía, opté por registrarlas en una base de datos y guardarlas simplemente en el orden numérico del registro.

De cada imagen registraba, en la base de datos, distintos ítems -hasta 30- y pronto descubrí un grupo de características similares que llamó mi atención. Se trataba de las imágenes sedentes medievales. Y así, un buen día, decidí continuar la colección pero centrándome, exclusivamente, en el grupo de imágenes más antiguas y constriñéndome, a las peninsulares. Concretamente a las imágenes -en principio sedentes y con infante- de los siglos XII y XIII y alguna de XIV.

Desde entonces he ido coleccionando fotografías, historias y leyendas de las imágenes marianas medievales. He intentado contextualizarlas, reconstruir su posible historia, determinar su distribución, descubrir sus posibles significados…

Por eso explico, una y otra vez, y así lo explicito en la introducción, que tras estas páginas no hay ni búsqueda religiosa ni tampoco erudición, sino hay, tan solo, una simple afición alrededor de las imágenes y su aparición en la Península. Organizar mi hobby y compartirlo con aquéllos a quienes pueda interesarles son los objetivos de esta web.

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