Vírgenes Medievales Hispánicas

6. Los símbolos

6.4. La esfera (III)

TEORIA 2

La esfera representa el orbe que se atribuye a María en su calidad de "madre del Creador"

Esta teoría considera que la esfera representa la Tierra, que, al ser portada en la mano, confiere a María sus atributos de “madre del Creador”. Tampoco es una teoría sencilla: no es directa ni de fácil interpretación. Esta explicación parte de la premisa de que la esfera representa el mundo. Si bien es cierto que el mundo griego creía en su esfericidad y que también así lo conocía el cristianismo culto, hemos de pensar que algunas lecturas literales de la Bíbía hicieron dudar a algunos. De hecho, Teodosio y Justiniano parece eran enemigos de esta idea y también lo era el erudito Crisóstomo o San Isidoro, como vemos en sus Etimologías, en las que se habla de una Tierra circular y plana, rodeada de agua y que “se denomina orbe por la redondez de su círculo, semejante a una rueda”.

En cambio, eruditos como Ambrosio o San Agustín, defienden la esfericidad en sus escritos. Se ha dicho que no fue hasta que Magallanes dio la vuelta al mundo sin “caer en el vacío” cuando se desestimó la idea de la esfera plana, pero esta mirada de "medievalidad inculta" la extendió el Siglo XVIII y no es del todo cierta.

Lo cierto es que el "cristianismo culto" ya participaba de esta idea.

Sin embargo, debemos recordar que la simbología románica era para el espectador cristiano no necesariamente culto. Y quería ser, esencialmente, evocadora. El símbolo es, precisamente, algo que sugiere o manifiesta una idea, y, para el pueblo, y para el hombre sencillo cristiano, la esfera no debía ser representativa de la Tierra. Los movimientos de la esfera terrestre y todo su entorno eran del universo eran cuestiones muy científicas que podían comportar necesidades de muchas explicaciones delante del Santo Tribunal de la Inquisición. En este contexto, si concluyéramos que la esfera podría representar la Tierra, ello relacionaría la imaginería más antigua con las tradiciones clásicas y el conocimiento científico, y no sería algo más sencillo y directo. Si así fuera, encontraríamos de nuevo esa “inclusión” o “suma” de las creencias clásicas en las imágenes más antiguas.

Quedaría, además, la cuestión de las diversas formas y tamaños, que. represente lo que represente, deben ser unívocas.

Es un hecho que las imágenes más antiguas sufrieron alguna “adecuación” de la advocación a lo largo de los siglos, podría ser que la misma adecuación se aplicara a los objetos que portaban y existiera una cierta “cristianización” de los objetos, como sería el caso de las esferas que muestran una cruz en su parte superior. En este sentido, podría llegar a ser significativo que haya tal cantidad de imágenes sin mano derecha o con la mano “restaurada”. Sin duda, muchas de las cruces sobre la esfera que podemos ver hoy son añadidos posteriores al origen de la imagen, al igual que también son añadidas la mayoría de las coronas regias que algunas imágenes muestran en la actualidad.

Anterior Siguiente