Vírgenes Medievales Hispánicas

1. El Substrato

1.7. Hitos marianos (II)

El II Concilio de Nicea (año 787) establece como “corpus doctrinal” la veneración de imágenes. Para justificar dicha veneración, el Concilio explica que las imágenes son representaciones de realidades trascendentales de sustitución, que no deben ser adoradas como adoración en sí misma, sino como evocación.

En el año 794, el sínodo de Fráncfort se muestra contrario a la veneración de imágenes y condena las opiniones de Nicea.

En el siglo IX, aparece en Francia el culto a María Magdalena y a las vírgenes negras. Estos cultos aparecen de forma separada por zonas: María Magdalena, en el noreste peninsular, y las vírgenes negras, en las zonas mediterránea y central.

En territorio franco, comienza una profusión de imágenes femeninas con infante. Estas imágenes se han identificado con María, aunque es muy posible que no respondieran plenamente al concepto de la María cristiana tal y como la entendemos en la actualidad.

Lo que sí podemos afirmar es que la representación escultórica de deidades que ha llenado de estas imágenes el mundo clásico está a punto de finalizar.

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